Declaración

Hablando con un buen amigo de cosas del corazón, recordábamos historias del pasado, de primeros amores, viejos amores, tormentosos amores, pasajeros amores, apasionados amores, y por supuesto los mejores amores, aquellos que te hacen definir transparentemente el por qué quieres a una mujer. Después de revivir historias y rememorar simpáticas anécdotas, yo le pregunté: 
-       ¿Cómo “declararías” tu amor, como el más verdadero a esa mujer que trasnocha tus pensamientos y con la cuál ves poco probable una segunda oportunidad? 
A lo que él me respondió decididamente así:
-       Yo lo diré así: Creo en el amor, en el amor verdadero, en ese que te hace brillar los ojos, palpitar el corazón un poco más rápido y sonreír sutilmente sin planearlo, creo en el amor que siento por ti. Sabes que eres una mujer hermosa, y para mí lo eres desde que tenías 14 años, y la primera vez que apareciste ante mis ojos un día cualquiera en la escuela, eras la más delicada fantasía de belleza hecha realidad, pero yo a ti no te amo por eso, yo te amo por tu inteligencia, por tu capacidad de cuestionar, de analizar, de responder, de ser firme con tu carácter y tu creencias, te amo por tu delicadeza, tu feminidad, tu elegancia, tu voluntad de escuchar y comprender, te amo por tu seriedad, tu mal genio y tu rigidez con lo correcto y no correcto, te amo por el más mínimo detalle de ternura y de cariño que expresas porque sé que cuando lo haces viene de lo más interior de tu alma, te amo porque admiro quien eres, todo lo que haces, lo única que eres y hace mucho tiempo he querido ser una mejor persona cada día para estar siempre a la altura. Si me equivoqué, lo reconozco y lo acepto, pero ¿cuánto más debo pagar por ello?
Terminadas sus palabras confesionarias, hubo un satisfactorio largo silencio, pensé un poco, suspiré y di para decir: - Como tienes de claro lo que sientes, quieres, amas y añoras, querida amiga Conciencia.

Escrito 11 de noviembre de 2018

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