Reencuentro al pasado presente


Caminando en la soledad de mis pensamientos, he visto luz al final del camino… Que digo luz, he visto luces, muchas luces, porque he visto muchos caminos, y no hablo de aquellos del final, ni de aquella luz que asignamos a la muerte, sino aquellas que brillan como oportunidades, como sueños, como distracciones, como estelas, como confusiones, como destellos de incertidumbre, como estrellas de pasiones, como ilusiones de estupideces, como amores en el olvido, como amores en nacimiento, como aquel pasado que arrastramos en los recuerdos, que transita en vidas espirituales paralelas, que en sueños nos hace ir y venir, que en vida nos hace deslumbrar y aterrizar, añorar y deslumbrar… y sí, finalmente es luz.
¿Es el pasado brillante? No lo creo, ¿es el brillo incesante? Tampoco lo creo, ¿son los sueños frustrantes? Mucho menos lo creo, pues lo que creo es que el pasado es constante, paralelo y fulminante. Está ahí y allá, lejos y cerca, cerca y lejos, venidero y esperanzador, y si además pensamos que ya sucedió, ¿ya sucedió? Yo digo que sí, tú nostálgico que lees tal vez dices que no, porque eres eso: un nostálgico, uno que no evoluciona, uno que no olvida, uno que no supera y arrastra las cargas, uno que aliviana el peso del futuro venidero, por hacer un presente caótico, un hoy turbulento, un mañana predispuesto, un paralelo prejuicioso y prejuiciado, un pasado inoperante, uno denominado pasado.
Tal vez tú soy yo, tal vez yo soy tú, tal vez hace un año no ha pasado, sigue aquí, en el desquicio de lo paralelo, de lo constante, de lo incesante de la capacidad de mi mente, es la energía vibrante de nuestro espíritu, es la turbulencia insatisfecha de mis pasiones, es la complejidad viviente de mis pretensiones, es la efervescencia de mis acciones.
Ese pasado constante, que va en mi vida espiritual paralela es feliz, yo aquí, soy feliz, incompleto de cosas, insuperado en cosas, reincoporado en otras, buscando mis sueños, soñando mis búsquedas, necio con mis pasiones, creyente de la química pura, esa que te alarga el tiempo, que te multiplica los minutos exponcialmente a la dos, a la cuatro o a la seis… Esa magia viviente del haber sobrevivido es aun más potente hoy, y tu que nueva miras mi vida no sabes de qué trata si no te atreves a avanzar, no quieres nada, no quiero nada, quieres todo, no quiero todo, quiero lo que permitas dar, no quiero lo que quieres negar, porque yo estoy aquí viéndote pasar, esperándote, porque no te conozco y no me conoces, pero mira lo fascinante que puede ser, ser y no ser, pero al fin ser de verdad, ser realidad, ser contundente, ser mágico, ser realista, ser optimista, ser controversial y ser hoy, con toda razón, coyuntural.
Escrito 19 de mayo de 2020.

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